Lo hacen genial, como auténticas profesionales, pero lo mejor es el amor y la ilusión que ponen en cada obra. Ensayan en el cole y hacen los decorados ellas mismas.
Este año la obra se titulaba "Un encanto de castillo" y trataba de unas fantasmas alocadas y sus problemas con unas compradoras muy pesadas. Las fantasmas intentan echarlas con toda clase de embrujos pero las futuras inquilinas son huesos duros de roer.
Hubo momentos muy divertidos.A los niños les encantó la escena del abrigo y la percha, pero sobre todo cuando bailaron el "chiqui-chiqui".
Kenneteh estaba muy orgulloso de los decorados que había hecho su mamá.
QUE BIEN! Y QUE SUERTE QUE LOS PADRES SE IMPLIQUEN ASÍ. NO ME EXTRAÑA QUE LOS HIJOS ESTÉN ORGULLOSOS.
ResponderEliminar¡Enhorabuena! Se ve que han trabajado mucho y es una maravillosa forma de trabajar valores sociales a sus hijos
ResponderEliminarEn el colegio Lucien Briet de Zaragoza(nuevo en vuestro mismo barrio desde el curso pasado) ardemos en deseos de poder verlas. ¡Acordaos de nosotros/as!
ResponderEliminarPilar C.
PILAR, CREO QUE OTROS AÑOS TAMBIÉN SE HA REPRESENTADO LA OBRA PARA OTROS COLES DEL BARRIO EN EL CENTRO CÍVICO. TENDRÍA QUE INVESTIGAR.
ResponderEliminarUN SALUDO
SONIA